CASO PRÁCTICO I: DIFICULTAD EVIDENTE

En clase se han podido trabajar algunos casos prácticos, permitiéndonos profundizar en los principales programas que nos permiten evaluarlos y comentar que actividades serían las mejores para intervenir y trabajar con este niño. 

Este niño, de 10 años, pertenece a una familia de estatus y nivel socio económico medio. El niño tiene espina bífida, problemas de rendimiento escolar y dificultades de lectura: acceso al léxico por ruta fonológica, presenta inversiones de silabas y el fenómeno más destacado en él, probablemente en la lectura, es una hiperlexicalización siempre o casi siempre ante palabras no familiares. En el colegio (privado – concertado) y en la familia, se podría afirmar que existía una sobre protección, una tolerancia excesiva en todo lo relacionado con las tareas cotidianas, tanto en las tareas domésticas como en las escolares. Los padres ejercían un exceso de presión de responsabilidad sobre la hermana mayor. Por efecto de la espina bífida, el niño tenía dificultades motoras, sobretodo en el tren inferior. De hecho tuvieron que operarlo, su historia está plagada de una secuencia continua de hospitalizaciones en Barcelona, por lo tanto los padres en su afán de tratar de recuperar lo que su hijo había perdido por su enfermedad, buscaban recursos donde los tuvieran, por eso lo llevaron a Barcelona, a pesar de sus escasos recursos económicos.

La madre siente culpabilidad porque no sabía que podía evitar que el niño naciese con espina bífida gracias al ácido fólico. La hermana, que en el momento de comenzar la intervención con este niño tenía 13 años, también había sufrido los efectos de la enfermedad del hermano, dado que ella no podía ir a ningún sitio que su hermano no pudiese ir (véase de campamento con las amigas, al cine, etc.) y el niño, ante cualquier texto que se pusiera entre sus manos le provocaba urticaria, no era capaz de leer más de un párrafo y mucho menos que se trabajara con el texto. Por eso, todas las profesoras, maestros, etc., todo el mundo que trabajaba con el sabían que el niño se negaba a cooperar y por lo tanto lo conseguía.

El Prolec y las pruebas de inteligencia mostraron que el niño no tenía ninguna dificultad de aprendizaje, pero estaba por debajo de la media. Cometía muchos errores por la ruta fonológica, además no tenía era ganas de leer, cuando se hacía una especie de lectura trucada, el niño mostraba mucha más atención que cuando lo tenía que leer el mismo, su comprensión era mucho mejor, impecable.

¿Cómo trabajarías este problema? 
  • En primer lugar se debería trabajar con los padres para evitar que lo sobreprotejan, ayudandole así al niño a estimular la autonomía del niño.
  • Conocer los intereses del niño es muy importante porque nos ayuda a motivarlo a la hora de escoger las lecturas. Como al niño le gustaba mucho el baloncesto, y era seguidor del Real Madrid, se intentaba enganchar siempre con ese tema a través de la prensa: resultados de los equipos de fútbol, baloncesto, etc. (No se ha conseguido la lectura de cuentos, ni de lectura juvenil, solo leía un párrafo como podía y lo abandonaba)
  • Conciencia fonológica: el nivel de sílaba le costaba aunque podía llegar a el, pero era totalmente imposible que llegase al nivel de fonema. Para eso se puede trabajar desde el leguaje oral, según su edad y su nivel pro lecto - escritura.
(*)Mientras se está leyendo, el campo visual periférico está obteniendo información sobre la palabra siguiente, y este campo transmite información suficiente para que el sistema sepa si lo que viene a continuación es conocido o no. 


En este caso, se tardó hasta dos años en lograr que el niño mejorase su lectura. Era capaz de leer bien por ruta directa, y otras veces por ruta fonológica, y lo qe¡ye llevaba a que leyera mal por ruta fonológica era la dificultad de identificación de esa palabra y cambiar a la ruta de acceso directo.


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